No dañan la vegetación cuando pastan
Las alpacas se alimentan solo de la parte superior de los pastos y otras plantas; al no arrancarlas del suelo alteran menos la vegetación y la dejan volver a crecer.
Sus patas no dañan los pastos
A diferencia de las cabras y las ovejas, que con sus pezuñas duras dañan los pastos y el suelo, las alpacas tienen dos dedos con uñas en la parte superior y una almohadilla suave en la parte inferior de cada pata que minimiza su impacto en la pradera. En otras palabras, no alteran el sistema de pastoreo, permitiendo que el suelo y su hábitat se mantengan intactos.
No utilizan la tierra o el agua destinada a la producción de alimentos
Su hábitat natural está ubicado a aproximadamente 3.800 m.s.n.m. A esta altitud el suministro de agua es natural y, por lo general, la tierra no es adecuada para la agricultura. Esto convierte a las alpacas en animales más ecológicos en comparación con el resto del ganado que produce fibras textiles y que, por lo general, agrava enormemente los problemas medioambientales. Las fibras vegetales también constituyen un problema para el medio ambiente. Por ejemplo, en Australia se necesita 2.830 litros de agua para producir 1 kg de algodón.
Son animales altamente eficientes
Su eficiencia es particularmente sobresaliente ya que las alpacas requieren una ingesta de alimentos mucho menor que la mayor parte de otro ganado productor de fibras. Por ejemplo, las cabras de cachemira requieren por lo menos dos veces más la cantidad de pasto seco que necesitan las alpacas para producir 1 kg de fibra limpia.